De acuerdo al portal Good Therapy en un 95% las personas llegamos a comunicarnos de esta manera, lo que quiere decir que no expresamos abierta y directamente lo que sentimos para evitarle incomodidades al otro, pero a la larga esto termina convirtiéndose en el verdadero problema  puesto que emocionalmente llegamos a explotar «como una gaseosa» luego de haberla golpeado muchas veces antes de destaparla. 

¿Por qué ocurre? Existen diferentes razones las más comunes son el miedo, evitar el conflicto, siento que no merezco pedir respeto o reclamar mis derechos, no me reconozco a mi mismo que merezco el respeto que doy al otro. Lo que trae dinámicas de comunicación tóxicas y contaminadas por la cantidad de ocasiones en las que la otra persona cayó lo que sentía, acumulando resentimiento, frustración y rabia. 

¿Qué hacer si hemos llegado a un punto de quiebre en este estilo de comunicación tóxica?

Lo primero es hacer consciencia de que nosotros también somos pasivos agresivos en algún momento, a todos los seres humanos nos pasa en algún momento, lo importante es volverlo consciente y no quedarse anclado allí, puesto que esto termina erosionando y dañando al mediano y largo plazo las relaciones. 

Después hacer consciencia de que por lo general terminamos explotando con la persona equivocada, lo que genera culpa e impotencia porque la molestia no tiene origen allí. Además lo hago fuera del tiempo, es decir voy de la pasividad de no haber reclamado en el momento que te sentiste mal para explotar agresivamente en otro momento, descontextualizando la situación y lo que hace que la otra persona no entienda tu comportamiento. Esto termina convirtiéndose en un ciclo pasivo – agresivo, lo que contamina las relaciones y la comunicación. 

En vista de que hubo un momento de explosión fuera de tiempo y lugar, eso genera culpa y empieza de nuevo el ciclo de la comunicación tóxica donde te vuelves a callar, vuelves a ocultar lo que sientes hasta que de nuevo aparece la explosión con toda su fuerza y onda expansiva. 

¿Cómo romper el círculo de la comunicación tóxica? Desde mi experiencia como psicóloga lo ideal es romper con la etapa pasiva, es decir expresar, comunicar y no callar en esa fase, puesto que romper el circuito en la fase agresiva resulta complicado de manejar y además no es comprendido por el otro.

¿Cómo no ser pasivo? No evitar, no atreverte, la sensación de “tenía que haberle dicho, pero no le dije”, cuando somos incapaces de decir: “A mi me gusta esto” “yo deseo esto xxx, atrévete a decir: “yo quiero esto, “yo opino esto”evitar todo este tipo de comportamientos. 

Todas las causas originales de la comunicación tóxica nos lleva a la fuente llamada: “miedo”, por lo tanto es muy importante trabajar, modular y gestionar el miedo. Miedo a ser rechazado, miedo a ser visto como exigente, miedo a no ser aprobado por tu forma de ver las cosas o tus opiniones.

¿Que encontrarás al otro lado del miedo que te impide comunicarte de mejor manera?

• Ganar confianza en uno mismo y autoestima
• Comprender y reconocer tus sentimientos
• Obtener el respeto de los demás
• Mejorar la comunicación
• Crear situaciones en las que todos salgan ganando
• Mejorar tus habilidades para tomar decisiones
• Desarrollar relaciones sinceras

¿Nos encontramos al otro lado del miedo para soltar el estilo de comunicación tóxica?

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