Entre mi Ego y mi Alma

Cada golpe al Ego es un abrazo al alma.

 

Creo que este ha sido el mayor aprendizaje que hemos tenido los venezolanos en el exterior en los últimos tiempos, sobre todo para quienes salimos con un recorrido profesional construido en nuestro país y que nos ha tocado volver a iniciar de cero en lo profesional, es un gran golpe al ego, pero se convierte en un aprendizaje, yo lo llamo: abrazo al alma.

 

En este camino de ser inmigrante me he cruzado con todo tipo de personas, algunas que me han mirado con lastima, otros con respeto, otros me escuchan y dudan de mis capacidades, otros hacen chistes buscando construir empatía donde NO HAY, con situaciones referidas a Venezuela.

 

Como si mi capacidad intelectual y mi desarrollo profesional tuviera algo que ver con la situación de mi país, les cuento que existe algo que se llama resiliencia y es la capacidad de sobre ponernos a las adversidades y en este tema los venezolanos tenemos un Master. (Perdón! Habló mi Ego) Pero ya vieron esto es así, todo tenemos un ego, lo interesante es domarlo y ponerlo a trabajar a tu favor.

«En este camino de ser inmigrante me he cruzado con todo tipo de personas, algunas que me han mirado con lastima, otros con respeto, otros me escuchan y dudan de mis capacidades»

 

Hoy hablo por mí, pero mi círculo de amistades está lleno de venezolanos altamente capacitados y excelentes profesionales, que me cuentan historias similares a la mía.

 

Definitivamente hay conversaciones que se convierten en un golpe al ego y esto me hace reflexionar: Si cuando Venezuela estaba bien.

¿Sera que los venezolanos hacíamos ese tipo de comentarios con los extranjeros residentes en nuestro país? No lo sé, probablemente sí, pero hay cosas que no vemos, ni entendemos hasta que lo vivimos.

 

Estimados colegas, amigos y conocidos ciudadanos del mundo, si usted quiere construir empatía con un venezolano ahórrese los chistes pesados sobre lo que ocurre en Venezuela, que buscan “descontracturar” el ambiente, pues la situación de Venezuela es bastante delicada para todos los venezolanos que están dentro del país como para los que estamos afuera.

 

Hoy sólo creo que de nuevo estamos construyendo nuestros espacios como profesionales en otras latitudes lejos del país que nos formó como profesionales y esperamos aportar al desarrollo de los países que nos abrieron sus puertas, pero creo que cada comentario que recibimos dudando de nuestras capacidades por venir de un país que se cae a pedazos, nos hace más humanos, más sensibles y más cercanos a tocar nuestra esencia humana y abranzando nuestra alma. Seguimos aprendiendo de este viaje y seguiremos demostrando nuestras habilidades y capacidades. (Atte mi alma).

 

Y querido hermano venezolano en el mundo, el que tiene la duda sobre tus capacidades y posibilidades es el otro, no tú (Atte mi ego).

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