Mi nueva identidad: Después de aquellas 3 experiencias que cambiaron para siempre mi vida, en las cuales me había cubierto de horas de capacitación para no tocar mis vulnerabilidades tomé una gran decisión es que iba a darle un nuevo significado a mi vida y a todo aquello que viniera a mí.
Cambié en que me iba a centrar y enfocar, recuerdo que uno de los tanto cursos a los que asistí con Margarita Pasos ella dijo: “Si sientes que no estás aprendiendo nada en dónde estás, entonces es el momento de atravesar el miedo y convertirte tú en un mentor”, esa frase para mí fue determinante, había pasado mucho tiempo dándole la espalda a mis emociones al punto de no poder más, me llevé al límite, eso trajo consecuencia, ansiedad, depresión, pase 2 semanas tirada en una cama sin poder levantarme, créanme que la depresión es muy diferente a la tristeza y la ansiedad es muy diferente a llevar una vida “rápida”.
Entonces ahí me di cuenta que no necesitaba más certificaciones, sino atravesar mis miedos, confrontar mi estado de ánimo, la frustración, reconciliarme con mi amor propio y el respeto por mi trabajo y eso no lo conseguí en un libro, ni en un curso, lo conseguí cuando dejé el Ego maleducado a un lado y retomé mi psicoterapia y el diseño de mi ruta de desarrollo profesional con mi Coach.
Así que comencé a centrarme en lo que sí tenía, después de 5 años sin hacer psicoterapia, llamé a mi Psicóloga y le dije que necesitaba retomar mis sesiones, que no tenía dinero para pagarle, pero apenas cobrara mi primer sueldo de aquel trabajo que había encontrado le pagaría. Y así fue.
Desde entonces no me volví abandonar, asisto con regularidad a mis sesiones de psicoterapia, delineo mis objetivos profesionales con mi coach y asisto a entrenamientos no para tomar notas, sino para vivir mi experiencia, para limpiar mis aguas, alinear mis energías y ser un lago en calma para que otros se puedan reflejar desde la paz.
Me enfoco en lo que si tengo, en lo que sí puedo dar, en lo que me motiva, en lo que me llena de energía, en aquello que sí puedo compartir, en lo que sí puedo contarles y esa claridad absoluta y ese compromiso de no abandonarme y dejarme acompañar por quienes ya han transitado este camino me vuelve a fortalecer y llenar de alegría y de paz.
Mi nueva identidad sabe que las dificultades siempre van a existir, pero el entrenamiento vivido desde la experiencia constante me llena de la certeza de que encontraré las formas de solucionarlo y seguir adelante.
«Lo más importante es el trabajo interno»
¿Estás construyendo una nueva identidad?