Mi hogar emocional y mi verdadera identidad

2 de 3: Mi hogar emocional, mi identidad y mi vida estaban marcadas por el logro de nuevos estándares académicos

Pase mucho tiempo capacitándome, mi identidad y mi vida estaban marcadas por el logro de nuevos estándares académicos, por una nueva insignia en mi currículum, por un nuevo maratón de horas académicas cumplidas, eso lo convertí en mi identidad, el conteo de nuevas certificaciones, deje de ser Soli, para ser la licenciada, con Master, con certificaciones y xxxx cantidad de horas de training. Mis emociones no estaban para ser sentidas sino para ser evitadas, en el caso de que aparecieran hacia todo lo posible por enterrarlas, dejarlas bien guardadas a la vista de pocos. 

Y en medio de todo esto sentía que me faltaba “algo más” para poder decidirme a vivir de mi pasión, de ayudar a otros, de acompañarlos, tenía mucho miedo de fallar y tapaba mi miedo y me desviaba con más cursos. Era un círculo vicioso en donde mi hogar emocional estaba marcado por lo que no tenía, por aquello que sentía que me faltaba para poder ser una profesional integral y de respeto para las personas. Mi hogar emocional estaba vacío ocupado por los alimentos académicos, estos estaban equivocados, eso no era lo que yo necesitaba. 

Hasta que un día todo lo que guardé y oculté con títulos y mucha academia salió, emigre, terminé mi relación de pareja y seguidamente me quedé sin trabajo, si el trabajo en recursos humanos que me llenaba de satisfacción y me mantenía ocupada y desviada de mi vocación, todo en menos de dos años, mi mundo académico y lleno de logros profesionales se derrumbó. 

Mi 2do gran aprendizaje en estos días de revisión personal con Tony Robbins: ¿Dónde está mi hogar emocional? Toda esa información académica que tenía almacenada en mi cabeza no servía de mucho si no tenía impresa la emoción, si no cultivamos nuestro hogar emocional la información simplemente se va. Toda mi academia y mis estudios tuvieron sentido cuando mis emociones aparecieron en aquellos dos años de pérdida emocional, de no tener dinero, no tener a mi familia conmigo y no tener ese trabajo que me distraía de mis verdaderos objetivos personales. 

Nos decidimos a atravesar el dolor y superarlo sólo cuando se vuelve insoportable. Hoy sólo quisiera invitarte a que no esperes que el dolor y el sufrimiento te superen para ocuparte de ti. 

Recuerda que la ejecución es más importante que el conocimiento.

¿Estás decidido a dar el paso y pasar del conocimiento a la ejecución?

 

Por: Solimar Vargas
Psicóloga – Coach Profesional

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