Se habla mucho de esta palabra, la mayoría se agrede así mismo diciendo: “es que no soy disciplinado/a”
La disciplina es la capacidad de seguir adelante en tus objetivos con un “orden” especifico y que te resulte funcional a largo plazo, ¿por que te escribo “orden” entre comillas? Porque ese orden al que se hace referencia cuando conceptualizamos la disciplina como ingrediente que no debe faltar en nuestras vidas, confundimos entonces esa capacidad de orden interna, con la capacidad de orden de nuestros vecinos o amigos.
Entonces confundimos disciplina con comparación y ahí automáticamente aniquilamos y matamos nuestra propia disciplina.
Cada vez que aparece el monstruo de la comparación en tu vida, le das una cachetada a tu disciplina.
Así que mi primera recomendación es que pongas tu enfoque y energía en aquello que hoy tienes como recurso disponible, ahí reside la grandeza de la disciplina, en la capacidad de seguir adelante haciendo uso del orden que es funcional para ti, no el orden que le funciono a tu vecino.
Esta soy yo, hace aproximadamente 6 años, cuando tomé la decisión de empezar a poner foco en lo que si podía hacer y no en compararme con lo que hacian otros.
Realizaba mis videos de noche, porque era la hora que podía, al regresar de mi trabajo, trabajaba en relación de dependencia en el area de Recursos Humanos y cuando regresaba a casa ya estaba oscuro, grababa muchos videos en la calle, porque tampoco tenía lampara de luz en casa, por lo tanto era muy oscuro, así que mis recursos disponibles eran la luz de la calle y mi celular.
Quería vivir de la psicoterapia, pero me aterraba vivir siendo una psicóloga sumergida en la pobreza, por eso siempre volvía a trabajar en relación de dependencia y ser psicóloga era “un hobbie y complemento”, a eso le sumaba la comparación de que sin el consultorio hermoso no podía tener pacientes.
La verdad es que estaba pensando todo al revés y aquí va mi segunda recomendación, hay que aprender a trabajar con los recursos que hoy se disponen, de lo contrario estarás condenado a no valorar por más que tengas mucho.
La disciplina implica también el acto de postergar las felicidades pasajeras para a largo plazo tener placeres permanentes.
Yo podia elegir quedarme en mi casa viendo una serie de televisión al llegar del trabajo, por el contrario, leia, preparaba contenido y salia de noche a grabar el video.
Y aquí va mi tercera recomendación y tal vez la más importante y la cual va conectado a tu amor propio:
No te exijas disciplina para los sueños de otros, automaticamente, no la conseguirás, la disciplina aparece y se fortalece cuando estás trabajando y construyendo lo que amas y es tu propósito.
Espero, tengas claro tu pasión y propósito de vida.
Solimar Vargas
Psicóloga – Coach Profesional
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