Me llamo Solimar. Soy licenciada en Psicología desde hace 13 años.
Desde antes de graduarme empecé mi propio trabajo de introspección personal asistiendo a psicoterapia. No creo en psicólogos ni en coaches que no tengan mentores y terapeutas.
¿Cómo puedes ayudar a curar las heridas de otros si no curas las tuyas?
Hay varias situaciones personales dolorosas que se han encargado de transformarme y hacerme desbloquear mi «siguiente nivel». Muchas veces vamos por la vida huyendo del dolor pero, en realidad, en ese afán de huir, elegimos quedarnos a vivir en él con la fantasía de que no está. Así vamos construyendo la celda de nuestra propia prisión Hasta que aparecen situaciones en la vida que nos quiebran y ese dolor del que huimos (incluso por años) se vuelve inevitable.
Esas tres situaciones fueron: mi primera relación de pareja fallida, haber emigrado sola llena de dolor de aquella pérdida y haberme quedado sin trabajo en un país extraño, sin tener a mis padres cerca para recibirme en su casa en caso de que me echaran del lugar donde vivía por falta de pago. Y lo peor es que no podía tener sus abrazos.
Todas estas situaciones me han transformado como ser humano.
Para cuando viví estas tres situaciones tenía 9 años como Psicóloga, 4 años como Programadora Neuronal y 3 años como Coach Profesional. Pero no fue hasta ese momento que descubrí el valor que había guardado aquella cajita de herramientas para mi bienestar emocional. Si bien yo había estudiado todas estás cosas, tal vez desde aquel ego intelectual mío, y con el ímpetu de ayudar a otros, me quedé mirando desde afuera, como si el asunto me fuera ajeno. Pero, desde que viví estos tres quiebres en mi vida (todos en menos de 2 años), he transformado mi ejercicio como profesional y la forma de mirar a los otros, en los que yo también me veo reflejada. Desde mis heridas de ser humano puedo ayudar a sanar a otros y a desarrollar sus habilidades de gestión emocional, a reconectar con su autoestima y a derrumbar los programas mentales de carencia, para así convertir la vida en disfrute, liberar espacio en la mente para la creatividad y posibilidad de desarrollo personal y profesional.
Adicional a todo lo que pasaba en mi vida personal, también pasaban cosas en lo profesional. Luego de 13 años de experiencia en Recursos Humanos en empresas de diferentes rubros, países y tamaños, aprendí a moverme entre diferentes culturas, niveles de exigencia, estilos de comunicación e idiomas. Me he atrevido a dar el salto emocional para seguir ayudando a otros en el desarrollo de sus habilidades de comunicación, liderazgo y habilidades humanas sin importar el lugar donde se encuentren, impartiendo capacitaciones dentro de las empresas o sesiones individuales de coaching de alto desempeño.