De la calidad de tus comunicaciones depende el éxito de tus negociaciones.
¿Cuántas veces has terminado “ensartado” en una empresa que no era lo que te esperabas?, que no te gusta la cultura ni las metodologías de trabajo. ¿Te ha pasado que tienes 2 días allí y quieres salir corriendo?
O a ti colega de Recursos Humanos, ¿Cuántas veces has sentido que esa oferta que estás haciendo es completamente ilógica y va encontrar de lo que tu eres como profesional? Que sabes que todo lo que allí está escrito es humo.
A mí me pasó hace algún tiempo, por decisión propia y conciencia clara de mis valores profesionales decidí rápidamente cambiar de empresa. Sentía que estaba mal lo que yo estaba haciendo.
Así que ahora prefiero dedicarme a acompañar profesionales en la toma de conciencia de su desarrollo profesional, con sentido para sus vidas, sus familias y su éxito a futuro.
¿Cómo podemos evitar terminar seducidos por nombres de empresas que solo nos alejan de nuestros valores, nuestras familias y nuestro éxito?
Tener claras las letras chicas, es decir ¿cómo se alinea el producto o servicio de esta compañía a mi vida profesional y a mi deseo de desarrollo a largo plazo? ¿Esta oferta realmente me interesa? ¿O estoy tan desconectado de mis objetivos profesionales que voy saltando de trabajo tal como una rana salta de charco en charco?
El pasar a tener una vida profesional mediocre no depende del tamaño o nombre de la empresa donde estás, sino de tus decisiones, de tener claro que te mueve de cambio y si lo que hoy haces se alinea a tus valores personales y profesionales. Pero sobre todo tener la capacidad de comunicarlo.
En mi caso cada vez que un candidato me rechaza avanzar siquiera en escuchar una oferta, con sus argumentos claros, es de las cosas que para mi es de aplaudir, porque delimita y comprende el valor de su tiempo y el del otro, muestra claridad sobre lo que sí y no está dispuesto a negociar y habla de la claridad de sus objetivos de desarrollo profesional a mediano y corto plazo.
¿Qué he aprendido?
- Es muy importante como entrevistador desarrollar la habilidad de escucha para entender las necesidades de crecimiento y desarrollo de las otras personas.
- Como participante de un proceso de selección tener claro si este ofrecimiento laboral te impulsa y tiene el potencial de llevarte a tu siguiente nivel de desarrollo profesional.
- Tener claro tu escala de valores y jerarquía de intereses que te mueven en la actualidad. (puedes leer más sobre esto en esta nota).
- Retirarte a tiempo de los procesos de selección que no resuenan con tus tiempos, tus valores y tus necesidades.
- Hacer las preguntas importantes del proceso de selección referidas a tus necesidades, a lo que deseas hacer en el corto plazo y la capacidad y alcance de desarrollo que tendrás en esa empresa.
- Abrir la escucha más allá de lo obvio, porque mientras transcurre el proceso de selección podrás conocer la cultura y estilo de trabajo de la empresa.
¿Ya tienes claro qué vas a negociar y que no en un proceso de selección?
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